b

b

jueves, 11 de febrero de 2010

Días sin importancia...

"aunque nadie se ocupe de sus solemnidades,
hay noches en que llega la verdad,
ese huésped incómodo,
para dejarnos sucios, vacíos, sin tabaco,
como en un restaurante de sillas boca arriba
y a punto de cerrar. Luís García Montero."

Ha pasado el día y no ha pasado nada. Ya quedaron atrás aquellos días donde la vida bullía, donde parecía que todo iba tomar un rumbo distinto y ciertas ilusiones emergían. Pero aquello sólo fue un espejismo. Ahora todo tiene olor a habitación cerrada y vuelve de nuevo la incertidumbre y ese esperar algo que no sé muy bien que es.
Todo estaría bien si no fuera por esta maldita nostalgia. Porque siempre hay una voz, unas sábanas, un olor, una calle, unos ojos que me recuerdan momentos e historias de las que por mucho que quiera no puedo desprenderme.
Si no fuera por esa sensación de que el tiempo pasa delante de mí y pasa una mañana soleada, una tarde hermosa, una noche(las noches siempre pesan demasiado), y sin embargo no pasa nada . Veo pasar de largo las horas, impotente y sin poder o saber hacer nada más que esperar la noche con las esperanzas puestas en el sueño.

2 comentarios:

  1. Te doy la bienvenida por tu regreso a este dimensión virtual que es la blogosfera. Me alegro de reencontrarte. Tu texto parece estar preñado de melancolía, de incertidumbre acerca del contenido de los días que nunca acaban de colmar nuestra ansia de infinito tal vez, o de poesía. Supongo que esa es la enseñanza de la vida y a la que poco a poco hay que ir sucumbiendo. La vida en su conjunto es gris pero nosotros con nuestro espíritu podemos dotarla de colorido. Escribir, dejando retazos de nuestra evolución y realidad, es un buen ejercicio porque permite la autorreflexión y la contemplación de nuestras fibras íntimas en contacto con el mundo. Te enlazo en mi blog. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por pasarte Joselu.
    Sí... siempre la melancolía.
    Un saludo!

    ResponderEliminar