…O todo aquello que íbamos a ser y nunca fuimos.
Es posible que sea una joven muy escéptica, con muy pocas creencias y
a la que ya le cuesta demasiado identificarse con grandes luchas y
revoluciones.
Pero, puedo verme a mí misma conversando con amigos en noches
acompañadas de alcohol y de tabaco. Esas noches en las que arreglamos el mundo
y sostenemos el cigarro entre los dedos, con firmeza, como agarrando todas
nuestras convicciones. Porque en nuestra ingenuidad aún nos sentimos dueños de nuestra
vida y de nuestro destino. El futuro es nuestro y tenemos toda una vida por
delante para conquistarlo. Porque a pesar del mundo y de nosotros mismos,
seremos capaces de salir adelante con dignidad y sin perder por el camino
nuestros ideales o nuestra rebeldía, conquistando nuestros sueños. No. Nosotros
no seremos los que, una noche cualquiera, cuando la vida ya nos haya pasado por
encima, nos preguntemos cuándo fue que nos dimos por vencidos. Ni aquellos a
los que nos invada una terrible desilusión y desencanto de regreso a los días
de nuestra juventud.No. Nosotros no.
De eso va esta película, del desencanto vital, de los sueños
de juventud que nunca se cumplieron, de la revolución que nunca fue, de la amistad... Todo eso con el trasfondo de la revolución cubana y de la manera en que marcó a los protagonistas de la película.